Para tener dulces sueños nada mejor que dormir arrullado por el suave balanceo de una cama flotante, además son geniales para darle un toque original y diferente al dormitorio. Este tipo de camas renuncian a las habituales cuatro patas y buscan soporte en las paredes o el techo a fin de evitar cualquier contacto con el suelo, según como estén sujetas pueden tener mayor o menor rango de movimiento.
Las camas colgantes no son exclusivas del dormitorio pueden colocarse en cualquier espacio de la casa, incluso en exteriores y con diversos estilos y materiales pueden ser rústicas con cadenas o sogas sobre bases de madera o elegantes con guayas de acero y un estilo minimalista.
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